viernes, 28 de enero de 2011

Nace un valiente héroe


Rebuscando entre unos papeles, acabo de encontrar esto, que escribí en mi adolescencia para un trabajo en el instituto, y he decidido compartirlo con tod@s vosotr@s. Lo he transcrito al pie de la letra, así que perdonad los innumerables errores que contiene. Espero que os guste.


Cuando llegué, la plaza estaba abarrotada de gente, y un tumulto de niños ensordecía con sus gritos el lugar. Intenté abrirme camino inútilmente. Nadie dejaba pasar a nadie hasta que, de improvisto, la plaza se quedó por completo en silencio. ¿A causa de qué? Hombres de buen linaje, comerciantes, amas acompañadas de sus dueñas dirigían su vista hacia el centro del foro. Al fin conseguí averiguar el motivo del silencio. Un par de juglares vestidos con rocambolescos ropajes surgieron entre puestos de naranjas, cerámicas y animales. Iban tocando unas extrañas flautas que provocaban una curiosa melodía.

Cuando finalizaron el pequeño recital comenzaron a hablar, primero uno y después el otro:

Amigos y señores,
amas, gentiles y caballeros,
espero que os agrade
esto que a continuación les cuento.

El relato que al momento
os vamos a contar
necesita de vuestro silencio,
un silencio sepulcral.

En ese momento uno de los dos juglares dejó de hablar y dirigió su mirada hacia un hombre que no parecía prestarle mucha atención y que, por el contrario, no dejaba de discutir sobre el precio de unas frutas con una verdulera. Así que, sin más dilación, el otro juglar tomó la palabra y le contestó:

A vos os recomiendo
que escuchéis con atención,
pues la historia que os cuento
es realidad, no ficción.

Después de lo dicho el juglar hizo un breve descanso y, al unísono, comenzaron de nuevo los dos juglares a relatar la historia:

1. No ha de esto mucho tiempo
2. y en tierras de aquí lejanas
3. existía un gran reino,
4. muy grande donde los haya.

5. En una parte del reino
6. un gran duque gobernaba,
7. con sus vasallos no era severo
8. y a nadie maltrataba.

9. Pero en todo bueno hay malo
10. como vos podréis saber,
11. y hallar podréis un malvado
12. si el trigo vais a remover.

13. Ese villano, servidor del duque,
14. con su título se aprovechaba
15. de los pobres ciudadanos
16. que en la villa habitaban.

17. Excesivos eran los tributos
18. que a los aldeanos hacía pagar,
19. y a quien no le diese un saco
20. su castigo debería ganar.

21. Entre estos desafortunados
22. una familia habitaba.
23. El cabeza era la madre
24. y a los demás alimentaba.

25. De su humilde desposorio
26. con un pobre campesino
27. había surgido fruto:
28. bella niña y saludable hijo.

29. El campesino había muerto
30. y sola dejó a su esposa
31. a cargo de un pequeño huerto
32. y unas tierras provechosas.

33. Al poco de fallecer
34. y habiéndose enterado,
35. el villano optó por aparecer
36. y agenciarse lo quedado.

37. El hijo, con una valentía
38. de la que hace desfallecer,
39. se opuso a su tiranía
40. y se enfrentó contra él.

41. Mas con la ventaja en personal
42. y con armas en su mano,
43. en menos que coser y cantar
44. hizo al villano haber ganado.

45. El joven, enfurecido,
46. lleno de ira y enrabietado,
47. desenvainó una espada
48. y arremetió contra el villano.

49. La cara quedó cortada,
50. marcado el malvado villano,
51. y la sangre a borbotones
52. salía sin más reparo.

53. El joven decidido
54. por la ventana logró huir,
55. ya que con el gran revuelo armado
56. nadie le pudo seguir.

57. Ricardo se llamaba
58. el valiente luchador,
59. y oculto entre las matas
60. pudo seguir la función.

61. Apresadas fueron
62. su madre y su hermana,
63. y sin más dilamiento
64. a la mazmorra encarceladas.

65. Latigazos, crueldades
66. y continuos maltratos
67. tuvieron que soportar
68. aguantando fuerte el daño.

69. Entonces el buen Ricardo
70. juró una gran verdad:
71. “se haría una venganza
72. Y el villano lo habría de pagar”.

73. Su honra y su honor
74. fueron pisoteados
75. por el cruel trato
76. que a los de su sangre habían dado.

77. Fue de casa en casa,
78. mas ninguno su puerta abría
79. por temor a la venganza
80. que el tirano les haría.

81. Al no adquirir en su propia tierra
82. no poca, sino ninguna ayuda,
83. acudió a las lindantes
84. a planear la venganza futura.

85. Deambuló por todo el reino
86. aprendiendo y escuchando,
87. en la lucha se hizo un genio
88. y temido era su brazo.

En ese preciso instante los juglares se quedaron mudos. Hicieron una pausa para tomar un poco de aliento y, mientras tanto, la gente los miraba reclamando en sus miradas una continuación. Se notaba en el ambiente una espera impaciente que no duró un segundo más, ya que los juglares respiraron hondo y prosiguieron con su recital:

89. Consiguió reunir cien hombres
90. aptos todos para luchar,
91. y dirigiéndose a la aldea
92. al tirano fue a buscar.

93. Cuando lo tuvo frente a sí
94. le retó a su rival
95. a un duelo a muerte
96. sin ayuda con más puñal.

97. El vil tirano, lleno de rabia,
98. aniquilarle quería ya
99. por la ofensa en su mejilla
100. y ya no podía esperar más.

101. Ricardo pidió un duelo limpio,
102. sin trampas ni cartón,
103. pero lo que no sabía
104. era que no se cumplió.

105. Fue atacado por la espalda
106. más hábilmente le rechazó
107. y con su diestra espada
108. a todo él atravesó.

109. Dirigiendo su mirada
110. al que con él sucio jugó,
111. comenzó la batalla
112. ya sin más dilación.

113. El combate fue muy duro,
114. mucho tiempo duró,
115. los dos eran expertos
116. y ninguno perdía la atención.

117. Mas en una sublime maniobra
118. del gentil Ricardo,
119. logró desembarazarle de su espada
120. al temible contrario.

121. Lentamente su espada se acercaba
122. al pecho del perdedor
123. y como si de un cordero se tratase
124. le atravesó el corazón.

125. Derrocó al gran tirano
126. de su crueldad para con la villa,
127. y su madre y la niña
128. libres fueron salidas.

129. Ricardo recuperó su honra
130. al vencer al gran traidor,
131. y la plebe entusiasmada
132. le proclamó nuevo señor.

133. Raudo, se dirigió al gran castillo
134. y sin demora pidió
135. una entrevista con el duque
136. para informarle de la situación.

137. El joven fue escuchado
138. por el gran noble y señor,
139. y para su gracia fue convertido
140. en su vasallo y servidor.

141. Ricardo no cabía en sí de gozo
142. al volver a su población,
143. pues toda la villa le quería
144. y le agradecía su salvación.

Por fin el relato concluyó. Los juglares, complacidos por los aplausos, ejecutaron dos maravillosas reverencias y se dirigieron al público:

Gracias a sus mercedes
por la atención prestada,
y si su alma es generosa
sabrán apreciar la historia contada.

Hicieron aparecer un plato y comenzó a circular de mano en mano. La gente era muy generosa y al poco tiempo el plato se llenó. Poco a poco la gente comenzó a desaparecer y los juglares se quedaron solos en medio de la plaza. Se veía la felicidad en sus rostros. Yo me acerqué presurosa y deposité una onza de oro en su plato, al tiempo que decía:

-Soberbia. Una historia genial.

Los juglares sonrieron ampliamente y, sin mediar palabra, desaparecieron tan rápido como habían aparecido. Abandonaron la villa y, mientras se alejaban, iban murmurando:

-Hemos hecho el día. Ha sido estupendo el público con el que hemos contado hoy.

Los juglares son así, un día aquí y otro día allá, narrando donde quieran que vayan sus interesantes historias, recibiendo a cambio unas cuantas monedas y muchos aplausos. No pueden esperar más de la vida. 

Nace un valiente héroe©ChusNevado

13 comentarios:

Violeta Lago dijo...

¿Ves como puedes escribir poesía aunque lo niegues?
Está bastante bien, contando que tenías... ¿cuanto? ¿15 años?
A ver si un día voy a casa de mi madre y rescato reliquias mías más antiguas que la tos, para que te puedas despiporrar a gusto...
Besitos

Chus Nevado dijo...

Pues sí, justo tenía 15 años, "la niña bonita". Creo que fue la primera y única vez que he escrito algo en verso... vamos, que no me apaño para nada, pero me ha hecho gracia encontrarlo.

Besos

Noelia Amarillo dijo...

Juer... con solo quince años??? la leche, Chus, ya apuntabas maneras de joven!!! Está genial!

Chus Nevado dijo...

Juasssssssssss
Si supieseis que, con este trabajo, fue cuando descubrí el significado de "tener un negro" en el sentido literario... en la nota que me puso mi profesor al final, se atrevió a preguntarme que si de verdad era mía la historia. ¡La mala leche que me entró! Ahora recuerdo que le contesté en medio de clase unas cuantas lindezas...

Cuca dijo...

¿y porqué crees que te preguntó que si era tuya de verdad?
Mala no podía ser.

Vera Gaos dijo...

Era por envidia Chus, la profe no se podía creer que tú tuvieras más "soltura" que ella; la hiciste de menos y eso... ¡imperdonable!
Muy bueno lo escrito, como dice Noelia ya apuntabas maneras ¡sí señor!

Anna ( blog princesa) dijo...

fantastico Chus, y mas a edad preciosa y alocada edad ¿no?
oye tienes premio en mi blog de premios.
Un beso

Chus Nevado dijo...

Gracias por un nuevo premio, Anna. Luego me paso a recogerlo.

Besos

Yolanda Quiralte dijo...

¿¿¿Se la liaste al profesor??? Juassss. Tiene pinta de que estuvieras trabajando EL Cantar del Mío Cid jajajaj. Está chulísimo.

Mar Carrión dijo...

Me dan ganas de llorar... de verdad escribías así a los 15 años?!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Vale, vale, que sí, que me lo creo, pero me siguen dando ganas de llorar. Yo tengo cosas escritas a esa edad que prefiero que me arranquen una muela sin anestesia, antes que enseñárselas a alguien....
Eres muy petarda, lo sabías??

Chus Nevado dijo...

Y tú eres muy exagerada, Mar, jajajajaja
Anda, anda, que seguro que tienes verdaderas joyitas guardadas por ahí ;-)

Chus Nevado dijo...

Yolanda, no me acuerdo lo que estábamos trabajando, pero te aseguro que "El cantar del mío Cid", no era. Creo que estábamos en el trimestre del verso, pero a saber... leí tanto durante ese curso e hice tantos comentarios de todos los libros leídos que ahora huyo de las críticas largas, jajajaja

Menchu Garcerán dijo...

¿Tenías 15 años cuando escribiste ésto? Niña, si yo hubiera sido tu profesora de lengua te habría aprobado para siempre jamás.
Vaya pedazo de romance.
Además de petarda, como dice Mar, eres la caña de España.